LITTLE BLACK DRESS: HISTORIA DE UN VESTIDO LEGENDARIO

Basado en el documental de Adolfo Conti

El Little Black Dress (LTB). El primer clásico de la moda, el símbolo de la elegancia femenina, la prueba de estilo definitiva para todo diseñador creativo, lleva consigo una firma inconfundible. COCO CHANEL.
En octubre de 1926, se presentó por primera vez el Little black dress.
Vogue América, la prestigiosa revista de moda, presenta un modelo sencillo, de corte recto y negro, El Little black dress, lleva la firma de Coco Chanel y un número el 817, para Vogue no hay duda, el Little black dress es el vestido que llevarán todas las mujeres.

La crítica de moda, Suzy Menkes dice: “Durante muchísimos años, remontándose siglos en la historia, el vestido negro, el negro como color, era para el luto. Esposas  que habían perdido a sus maridos, y que nunca más volvían a vestir de color. Asique en cierto modo, fue la liberación de la importancia de tener un color en particular para el luto, lo que llevo al negro al mundo de la moda. No creo que fuera nunca un color de moda en el pasado. Fue un color de moda cuando dejo de ser el color del luto.”

Historiadora de moda, Sofia Gnoli dice: “Sin duda es una novedad, no tanto por el color, sino por ser diferentes a todos los vestidos negros confeccionados hasta ese momento. El vestido negro de Chanel, es un vestido sin ningún tipo de estructura, es un vestido fluido, sencillo, esencial. Es un vestido práctico, tan fácil de poner como de quitar, es el vestido negro de la mujer emancipada. “
Teórica de la moda Barbara Vinken dice: “Con el vestido negro, crea un movimiento especial, porque Chanel pinta los cuerpos de la mujeres con el color del ascetismo, el color de la antimoda, un color que rechaza todos los adornos, todos los complementos”.
Chanel dijo:”Gracias a mí, las chicas pobres puedes vestirse como las ricas”.

Es el comienzo de la moda de masas.
Teórica de la moda Barbara Vinken: ”Es justo decir, que la de Chanel fue la primera moda de masas, por primera vez, las joyas no tenían que ser auténticas. Chanel insistía mucho en el concepto de complementos que mezclaba las piedras preciosas con la joyería popular, porque para Chanel el lujo no es lo que le importa, sino el estilo. El gusto no tiene que ser lujoso, sino simplemente tiene que ser hermoso”.

Paul Poiret, el rey de la moda, que hasta ese momento había dictado su ley en parís, con telas de colores vivos y sofisticados estampados, no fue capaz de aceptar el éxito del negro y de la sencillez.
Paul Poiret dijo:”Chanel inventó la pobreza de lujo y sus mujeres vestidas de negro, parecen postes de telégrafos”

Mujeres famosas llevaron en los años 30 el vestido negro: Marlene Dietrich, Edith Piaf, Wallis Simpson…
Recto, ceñido, largo, corto, escotado o de cuerpo cerrado. Con mangas o sin mangas, siempre nuevo, siempre diferente. A lo largo de toda su vida, el Little Black dress, parece oponerse al rigor de Chanel, pero es la idea básica, simple e inconfundible para alcanzar el éxito.
En 1939, Chanel cerró su Maison, frente al espectro de la guerra, Chanel no dudó, no eran tiempos para la moda. Pero cuando la guerra termina, el tiempo para la moda parece haber vuelto, y un nuevo creador lo está bordando, Christian Dior, a años luz del estilo de Chanel. Dior propone el “New look”, colores delicados, siluetas retro, estampados sinuosos. Dior canta donde el LBD susurra, y su éxito es abrumador.

Pero esto, no fue el final del Little Black Dress, el resurgir está a la vuelta de la esquina, olvidado en Europa, está a punto de vivir un periodo de gloria sin parangón en la otra capital del gusto mundial, Hollywood.
1946, Rita Hayworth es Gilda, una aventurera romántica por la que se pelean hombres sin escrúpulos.
Lauren Bacall, en el sueño eterno, una rica apostadora enredada con el detective Philip Marlowe.
Forajidos, Ava Gardner interprenta a Kitty,la amante que traiciona por dinero y poder.
Marilyn Monroe, en la jungla de asfalto va a un paso de la policía para defender a un amor criminal.
Son ellas quien le dan una nueva vida al Little black dress, estrellas de Hollywood sensuales, agresivas y audaces interpretan a enamoradas, pérfidas manipuladoras, asesinas a sangre fría, ellas son las damas oscura, las dark ladies.

Para estas mujeres fatales, el vestido negro se convierte en una autentica arma letal, una piel de serpiente, brillante y repleta de pecados. Las líneas rectas que ocultan la feminidad del cuerpo, años atrás, solo son ya un recuerdo lejano.
En los años 50, el vestido negro se vuelve a poner de moda en Europa, en Paris es el momento del existencialismo, de los clubes subterráneos llenos de humo y de los cafés abarrotados donde una jovencísima Juliette Greco,  siempre vestida de negro, debuta como cantante.


Teórica de la moda Barbara Vinken dice:”De hecho el vestidito negro, acaba teniendo un corte y una silueta muy refinados, y mantiene una carga erótica muy fuerte. Yo creo que nadie diría que Jeanne Moreau o Juliette Greco o Edith Piaf no resultaban eróticas con su vestido negro. Simplemente era un discurso más refinado. Yo creo que este era el discurso, no me interesa mostrarte lo hermoso que es mi cuerpo, me interesa que veas mi belleza interior. Pero esta belleza debe manifestarse de alguna manera en una silueta especial. Y así es.”
Años 60, el vestido negro es un nuevo héroe del cine, lo elevará hasta convertirlo en un símbolo de la atractivo y la elegancia.

Audrey Hepburn, acepta interpretar a Holly Golightly. La extravagante y soñadora protagonista de desayuno con diamantes. Su amigo, Hubert de Givenchy, un joven modisto de éxito en la escena parisina, hará el precioso vestido de satén negro.
El vestidito negro ya no viste a la femme fatal de los años 40, despiadada y segura de sí misma, sino a una mujer frágil y romántica, que encuentra en el amor la coronación de sus sueños.

Mientras Hollywood consagra el vestido negro para la mujer tradicional y elegante, las nuevas generaciones parecen mirar para otro lado aparecen nuevos mitos, nuevos valores, nuevas modas. La música y la literatura, el cine y el teatro, exaltan el cuerpo, lo liberan del control moral de los padres y se lo devuelven a sus hijos que reclaman su derecho a usarlo y exhibirlo.
Teórica de la moda, Barbara Vinken dice: “Creo que con la llegada del 68, asistimos al cambio de dos elementos, el primero que el objeto principal de la moda era la mujer adulta, y ahora es la chica. Y eso tiene una consecuencia interesante, la juventud se transforma. Pasa de ser una categoría biológica a ser una categoría social. El cuerpo de los jóvenes exige invertir tiempo y dinero; estar delgado, bronceado, ser y parecer joven. La juventud pasa de ser un estado natural aun capital simbólico”.

La moda sale de los talleres de alta costura y baja a la calle. Yo no invente la minifalda, dijo Mary Quant, la inventaron las chicas. Pero este no es un cambio de ropa es un cambio de época. Tiempos duros para la alta costura, incapaz de interpretar el nuevo mundo. Tiempos duros también para el LBD, incapaz de reflejar a la mujer nueva, rebelde y anti-tradicionalista.
Balenciaga (año 1967), que en esos años vuelve al vestido negro de líneas puras pero absolutamente abstractas. Pero fue Ives Saint Laurent, la estrella de la moda de aquellos años, quien volvió a echar la mirada al cuerpo de la mujer con un LBD legendario (año 1970).

Periodista de moda, Giusí Ferré dice: “todo cambia, en los años 70 cambia la forma de diseñar, la de producir, y cambia la clase social que se vuelca en la moda, por lo que a finales de los años 70, nos encontramos ante un mundo diferente y durante esos años que de un modo u otro, fueron los años de la protesta a nivel mundial, se produjo esa irrupción de masa cada vez más grande que querían los mejor.”
En Italia, está a punto de surgir una nueva generación de grandes talentos, son los gurús del Prêt-à-Porter, y gracias a ellos, la moda vuelve a la mano de quienes la diseñan. Es el nacimiento del Made in Italy, y de una nueva capital de la moda, Milán. El ideal femenino de aquellos años es el de la mujer profesional, (1984) de una mujer que acaba de emancipándose gracias a los movimientos feministas, y que ahora viste chaquetas de Armani. O elige las creaciones de Ferré y Versace (1989). Pero el LBD no desaparece de las pasarelas, al contrario no tener que representar un ideal femenino en esos años, se convierte para los diseñadores italianos en una oportunidad creativa.
Dos jóvenes diseñadores se unen y en muy poco tiempo sus nombres se convierten en una firma emblemática famosa en todo el mundo, Dolce & Gabbana. Dolce & Gabbana homenajea el LBD volviendo a sus orígenes. Es un éxito rotundo y gracias a ellos, las estrellas del mundo del espectáculo vuelven a vestir el LBD.

Con esas  tomas, Scianna revolucionó la fotografía de la moda, inmerso en la verdad de Sicilia y de su gente, el vestido negro de D&G, cobraba fuerza con toda su ancestral feminidad.
Los años 90, la primera guerra del golfo abre una década de tensiones internacionales, nuevos escenarios bélicos preparan el terreno para una larga temporada de radicalismo y terrorismo.
En las colecciones de muchos diseñadores de moda (Jil Sander 1996), se impone una línea sencilla, casi resignada como si la idea original de Chanel volviera a dominar de nuevo.” El vestido perfecto es cuando no queda nada por quitar” afirma Jil Sander. Son los años del minimalismo, años marcados por el éxito arrollador de Minuccia Prada, 1999, que interpreta la esencia del vestido negro, de una manera completamente distinta. Prada: ”para mi, diseñar un vestidito negro, es intentar expresar en un objeto simple y banal, una gran complejidad sobre la mujer, la estética y los tiempos actuales.

Pero en esos mismos años, hay quienes siguen caminos diferentes, en 1994 Giani Versace presenta una serie de modelos en negro que pasará a la historia.
Crítica de moda Suzy Menkes:”Cuando Gianni Versace, vistió a Elizabeth Hurlier, para el pre-estreno de “Cuatro bodas y un funeral”, con ese vestido armado con imperdibles fue un momento extraordinario, sin duda eso lanzó su fama y su carrera. Creo que Gianni demostró que estaba muy al tanto de lo que estaba pasando en el mundo de la moda y en el mundo en general. Y que ya no era un modesto diseñador italiano, el era mucho más grande que todo eso”.

Sexy, tradicional, minimalista o reinventado desde cero. Principiantes o consagrados, clásicos o transgresores, fríos o apasionados, todos los diseñadores de moda pasan la prueba, el desafío lanzado por Chanel, hoy es más relevante que nunca.
Hoy, el vestido negro disfruta de un momento de gran éxito, tras casi un siglo de vida, ya no representa un ideal de mujer, sino la creatividad implacable de los diseñadores.

¡Espero hayas disfrutado de un poquito de historia de la moda!

Publicado en: Moda